Tal vez no lo sepas
Tal vez no lo sepas,
pero a veces me quedo sola en el parque,
silenciosa,
contemplando el viento que no lleva respuestas.
Me pierdo en los recuerdos,
en todo lo que pudo haber sido distinto.
Pienso en las decisiones no tomadas,
en las palabras que debí callar
y en las que debí decir con más ternura.
Pienso en nuestras risas,
en nuestras peleas,
en los momentos que ahora duelen
por ser imposibles de revivir.
El pasado no me suelta.
Es parte de mí,
de quien soy,
aunque a veces me duela cargarlo.
Tal vez no lo sepas,
pero hay noches en las que lloro hasta quedarme dormida.
No solo me duele haberte herido...
me duele también que tú me hayas herido.
Nuestra amistad se rompió.
Y no,
no tiene arreglo.
Hay una grieta en medio de lo que fuimos,
profunda como un abismo,
silenciosa como el orgullo.
Y aunque intento seguir adelante,
me duele—porque te quise.
Te quise más de lo que tú supiste.
Nos fallamos.
Tú a mí.
Yo más a ti.
Y ahora…
somos dos desconocidos que alguna vez se dijeron “cuídate”.
Solía contarte todo.
Solía quererte con los ojos cerrados.
Pero ahora, al mirar atrás,
me doy cuenta de que tal vez tú nunca hiciste lo mismo conmigo.
Tal vez no lo sepas,
pero pienso en ti todos los días.
Y me pregunto—
¿qué habría sido de nosotros,
si las cosas hubieran terminado diferente?